viernes, 12 de diciembre de 2008

LOS INVITADOS QUE NUNCA ALMORZARÁN CON MIRTA LEGRAND... POR LUIS VENTURA.

En los últimos tiempos, Mirtha Legrand ha incorporado nuevos nombres a la "lista negra" de sus casi legendarios almuerzos televisados. Situaciones enojosas, ríspidos desplantes emitidos desde su coqueta mesa de los mediodías e invitados que han dejado de serlo comienzan a cambiar un hábito social y refinado que catapultaba a la popularidad a los personajes que, por distintos motivos, se erigen en abanderados del momento o le sacan lustre a sus chapas de famosos, buscando difundir sus discursos, vender tratamientos infalibles para la dolencia de moda o presentar plataformas políticas que después nadie recuerda. Ellos se colocaban la servilleta y esperaban las preguntas o los consejos punzantes de la "Chiqui" de Villa Cañás que se tornaba como una especie de graduación.

El campeón podía tener el mejor record, la actriz podía haber protagonizado la obra más exitosa, el médico podía haber realizado el trasplante más increíble, el testigo del caso policial más sonado podía contar los detalles más aberrantes del crimen que si no pasaban por la mesa de Mirtha Lagrand no se cumplía con la graduación de la gente. Faltaba el toque de distinción, la frutilla de la torta, el dorado de la placa.

Por eso, en esta última etapa de los almuerzos queda en evidencia que cada vez son más que se suman a la lista de borrados y renunciantes que coinciden en no sentarse más en la mesa más mediática del país. Desde el negado Rodolfo Bebán que rechazó sistemáticamente, una a una, las convocarias de la diva de los cubiertos, hasta la rebeldía de Diego Armando Maradona renunciando públicamente a sentarse junto a la viuda de Tinayre por considerar que sus ostentosas comidas no estaban de acuerdo con el momento del pueblo que tanto conoce el "Diez".


En el medio de los ausentes implícitos quedan Mauro Viale con aquellas exclamaciones contra la señora en el tiempo de los "talk shows" rabiosos, "Chiche" Gelblum con el sacrilegio a cuestas de haber publicado fotografías en la tapa de la revista "Gente" en la que Mirtha era tomada en imágenes poco favorecidas en recatado traje de baño. Sin ir demasiado lejos en el tiempo, a todos nos quedó grabada a fuego la brusca despedida que adelantó Silvana Suárez cuando la diva le hizo escuchar su severo reproche por exponer detalles de su vida personal en televisión. La ex Miss Mundo se encendió indignada en un diálogo visiblemente conflictivo, que terminó con Silvana levantádose e insinuando su abandono del estudio y Mirtha desafiándola: "Andate que no te necesito para hacer más rating...". Finalmente, la ex mujer de Julio Ramos se retiró para siempre y con un inolvidable: "Antes no me necesitabas para tener rating, ahora sí, Chiquita...".

A la cada vez más numerosa lista de "convidados de piedra", que seguramente nos costará ver en los almuerzos de la diva, también habrá que sumar la ausencia explícita de la vedette Silvia Süller. En este caso, la voluminosa destapista acusa a la dueña de los encuentros gastronómicos de haber tomado un partido netamente parcial a favor de Silvio Soldán, en la disputa que en los últimos años enfrenta a la estrella revisteril con el popular locutor. Según lo expresado por Süller: "Esta señora ni se preocupó en informarse cómo habían sido las cosas entre Silvio y yo, ella me condenó frente a la gente desde el primer momento y eso no se lo perdonaré jamás. Por eso siempre que hablan de las grandes divas argentinas de la actualidad yo destaco a Susana Giménez y Moria Casán... Mirtha ya fue hace rato".

Después de haberlo acusado de haberla prohibido durante su gobierno, Mirtha Legrand debió aceptar a regañadientes, la invitación al caudillo radical Raúl Ricardo Alfonsín. La presencia en su mesa de reconocidas figuras del menemismo hubiesen colocado a la conductora en un plano de favoritismo si no hubiese abierto su puerta a uno de los más carismáticos líderes de la oposición.

No obstante, "Chiquita" no dejó de hostilizar en su comisa al propio Alfonsín sobre su etapa de desocupación, en un diálogo que tuvo más de una arista filosa, y que hace difícil que Alfonsín vuelva a aceptar un nuevo encuentro. Al menos en forma tan directa.

Patricia Palmer es otro de los nombres que engrosa la "lista negra" de los rituales con tenedores y cuchcillos televisivos. A ella habrá que también considerar al uruguayo Luis César "Lucho" Avilés, que desde su desaparecido ciclo "Indiscreciones" no dejó de dirigirle sus ácidas críticas a la diva del buen provecho. Los problemas pasaban desde las quejas por las entregas tardías de Mirtha para que Avilés comenzara con su programa que iba en el horario inmediato del ya histórico Canal 9-Libertad de Alejandro Romay, hasta el cuestionamientos de los temas que muchas veces se trataban en sus mesas.

Y en la misma columna de personalidades que difícilmente podamos observar en compañía de la "Chiqui" están la corredora automovilística Silvina Genjo, que denunció en 1997 a la producción de Mirtha de haberle querido cobrar 14.000 dólares para asistir a su programa. Algo similar a lo que había ocurrido con el diputado justicialista Gómez de Armas en 1991 que convirtió el tema en todo un escándalo que luego el desaparecido Daniel Tinayre, esposo y productor de la estrella, debió salir a asumir.

Hasta que llegamos a hechos más recientes como los ocurridos con la actriz Cristina Banegas, que decidió retirarse de una invitación cuando se dio cuenta que en la misma mesa se tendría que sentar junto al ex comisario Luis Patti. Más tarde lograron convencerla para asistiera a otro almuerzo. En tanto, Cecilia Rosetto la pasó muy mal cuando Mirtha le enrostró que debía "politizar menos su carrera artística porque la izquierda y la derecha habían pasado de moda". A lo que, con evidente rostro de contrariedad, Rosetto se reservó el derecho de elegir cómo debía manejar su carrera recordándole a Mirtha ella había sufrido mucho por el hecho de que su esposo era uno de los "desaparecidos de la dictadura" a lo que Mirtha Legrand insistía en calificar "temas del pasado".

La situación sumó otro nombre a esa mesa que ha cumplido 32 años de pantalla pero que empieza a declinar en cuanto a mediciones de audiencia que oscilan entre los 4 y los 6 puntos de "rating" y ante tantas deserciones se torna en un problema a la hora de buscar los invitados.

Pero, aunque parezca mentira, quien encabeza la lista de negados a la mesa de Mirtha Legrand no es otra que su propia hermana, la misma persona con la que "Chiquita" comenzara desfilando y filmando por los años 30. Silvia Martínez, o si prefiere Legrand, hace mucho tiempo que se retiró de la exposición pública razón por la cual, la melliza de Mirtha no quiere volver a mostrarse en pantalla. Quizás por una decisión propia o quizás porque su verdadera imagen sin los beneficios estéticos que ofrece la cirugía de hoy podrían dejar aflorar la verdadera figura que hoy tendría que lucir la "eterna" Mirtha a través del tiempo.

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