TEATRO: "LA CENA DE LEONARDO DA VINCI" Un viaje en el tiempo
Encuentro de una puesta teatral y los sabores de la cocina, con recetas que escribió el propio Leonardo. Por: María Ana Rago
MIXTURA DE TEXTOS DRAMATICOS CON UNA CENA A LA MANERA DE DA VINCI.
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Se trata de una propuesta diferente, una "farsa musical en dos platos y un postre", como reza el programa de mano. La cena de Leonardo Da Vinci resulta una oferta original de la cartelera: permite cenar y disfrutar de un interesante espectáculo.

Apenas ingresa a la Biblioteca Café, el espectador-comensal es trasladado en el tiempo. El saludo con el que es recibido por los propios artistas -un heraldo anuncia el ingreso de cada uno-, el vestuario de los protagonistas y la ambientación del espacio recrean un ámbito renacentista. En una sala con capacidad para 55 personas, el público se ubica alrededor de una mesa en forma de U -también hay mesas en un entrepiso-, y se entrega a dos placeres: los sabores de la cocina y la estética de la puesta.

La comida se divide en tres actos. La entrada incluye una variedad de bocados, algunos elaborados a partir de recetas del propio Leonardo. El plato principal es spaghetti alla bolognese. Y para el final, tortas varias y muy ricas.

El actor Juan Folino interpreta a Leonardo Da Vinci: aquí se rescata su faceta de cocinero de la Corte. Con guión y dirección general de Edith Margulis, puesta en escena de Melisa Hermida y dirección musical de Lucía Marincovich, La cena de Leonardo Da Vinci alterna la cena con la representación de los artistas -que componen personajes históricos-, y los números musicales, en los que los intérpretes cantan en español, inglés, francés e italiano, todos temas de los siglos XV y XVI, como Hoy comamos y bebamos, de Juan Del Encina.


La participación de la narradora Ana Padovani, artista invitada, es uno de los aspectos más interesantes. Ella es el divertido Capitán Matamoros, personaje es crito especialmente para Padovani y al que ella da vida con muchísima gracia.

Arquitecto, escultor, pintor, inventor, músico, ingeniero, hombre del Renacimiento por excelencia, Da Vinci aparece en este espectáculo como un personaje simpático y tozudo. En esa Corte en la que prepara manjares, la Historia se escribe. Y la platea vive una experiencia realmente diferente: forma parte de una corte renacentista, se informa sobre Da Vinci y escucha canciones de la época; comparte una mesa con otros que no conoce y entre acto y acto, y entre bocados, surge la charla con el vecino de mesa, que ameniza la velada.