domingo, 2 de noviembre de 2008

Algo muy grave va a suceder en este pueblo"

octubre, 2008 - 11:17 - Juan Cruz

"Algo muy grave va a suceder en este pueblo"
Cuando le pregunté ayer a Natu Poblet, alma de la librería Clásica y Moderna, por la situación en Argentina, desenfundó sus cigarrillos, le dio vuelta al café y me recitó el principio de un cuento de Gabriel García Márquez que ella cree que está publicado en prensa pero que nunca alcanzó el estado de libro: "Algo muy grave va a suceder en este pueblo". La crisis es global, y, claro, llegó acá, o qué creía la gente que era lo global. Pero, ¿y el cuento? El cuento es el de una viejecita que está dando vueltas por su pueblo y diciendo esa cantinela, "algo muy grave va a suceder en este pueblo". La gente se asusta, va a tomando prosiviones, se va a preparar para lo peor que suceda, y al final del día no queda nadie en el pueblo, todo el mundo ha huido menos la viejecita, que exclama, ya solitaria: "Ya decía yo que algo malo iba a pasar en este pueblo". Lo recordaba vagamente, pero ahora que lo cuenta Natu, rodeada de libros y de comensales, en su librería-restaurante-museo de la calle Callao, vuelve en toda su intensidad como símbolo de lo que acaso esté pasando: escuchamos tanto que algo grave va a pasar que acaso ya pasó y no nos damos cuenta de que quien nos dijo que algo grave iba a psar sólo nos estaba diciendo que ya nos había pasado, o que iba a pasar sin que nosotros pudiéramos hacer mucho. En todo caso, la gente no huye, al menos en Argentina, o al menos huye hacia las librerías, los teatros, los boliches y los cines, y hacia los abigarrados quioscos donde se refugian los humildes gorriones de los diarios, como decía Horacío Guaraní. De tan importante y central, esta librería de Natu, que está en su séptimo aniversario, se tendría que llamar ya Mítica y Moderna. Por ella pasan todos los escritores bonaerenses, y los de fuera. Durante un tiempo el emblema identificativo del baño de hombres en esta librería fue la foto de Juan Goytisolo; un día la cambió Natu por la de Manuel Vicent, y ahí está, anunciando que ese es el servicio de caballeros el autor de Tranvía a la Malvarrosa, quien por cierto está a punto de dar a las librerías su novela León de ojos verdes; y en el servicio de mujeres Natu ha colocado a otra española, Clara Sánchez, que está ahí anunciando que ese es el lugar donde se recibe a las señoras. Estuvimos hablando de libros, también. Todos los meses, o cuando le place, Natu coloca en la estantería de su librería aquellos libros que más le han interesado recientemente. Tomé nota de algunos: Dietario voluble, de Vila-Matas, El otro nombre de Laura, de Benjamin Black, Cielo nocturno, de Soledad Puértolas, y Llenos de vida, de John Fante. Y después estuvimos hablando de las librerías de Buenos Aires, verdadero tesoro del mundo hispánico, una especie de patrimonio que debería tener un día, yo qué sé, el premio Príncipe de Asturias.

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