Se llama Luisa Ängeles M.

Se llama Luisa
Escrito por: Ángeles Mastretta el 20 Nov 2008 - URL Permanente
Se llama Luisa, y los ojos le abarcan media cara. Ayer los abrió para decirle hasta pronto a su madre y de paso dejar que yo la viera, por primera vez, mirando el mundo con una pregunta. Se la llevaban a operar porque un orificio se abrió en su delgado intestino delgado. Casi tiene siete meses. No lloraba. Es una niña valiente. Y preciosa. La vimos pasar en su camilla y nos dejó llorando. A su madre por ella, a mí por ella y por su madre.

No les digo más. Sólo que ahora está bien y que una suerte de sosiego ha entrado a nuestra casa.

Mientras el mundo siguió en su locura y yo no he podido venir a conversar. Hoy hice muchas cosas útiles. Y pasé de la frivolidad a la literatura sin más remanso que una comida conversada. En la mañana fui a cambiar un saco de Purificación García con el que, ya vista en el espejo de mi casa, parecía yo murciélago. Las mangas eran como alas y con eso de que yo mido uno cincuenta y ocho tendiendo cincuenta y seis porque seguramente me estoy encogiendo, parecía de verdad que iba a volar. Así que lo cambié. Dirán ustedes que no es para apuntarse. No lo dirían si supieran la tramoya por la que es necesario pasar para hacer cambios en la marca de Doña Puri. Por supuesto devoluciones ni de chiste, pero tampoco tarjetas que equivalgan a un dinero que pueda gastarse en cualquier otro sitio de la tienda. Artilugio de Puri, artilugio que sólo se cambia por artilugios de Puri. Muy complicado.

La comida fue una celebración de la vida. Luisa ha recuperado el color y mueve sus pies bajo el plástico que la cobija.

Luego fui al claustro de Sor Juana a hablar en torno al más reciente libro de Nuria Amat. "Deja que la vida llueva sobre mí". Muy bello libro. Fue una reunión elocuente y cálida de la que les hablaré más tarde. Ahora tengo que irme a dormir, pero no quise hacerlo sin al menos nombrar que esto pasó, antes de que amanezca en España. Después cenamos con Miguel Bosé que está en México para cantar en el Foro Sol. Es muy amigo de Nuria. Y no saben ustedes cuánto más guapo es de lo que yo pensé.

Ya mañana hablamos de la literatura. Y de si tiene sexo. Por lo pronto, bendigo a Sor Juana que nos abrigó en su claustro. Como para pedirle perdón. Barroca de mis amores, cuánto tuvo que sufrir para ser escritora. Y nosotros preguntándonos si hay mejor destino que el de escribir. Y yo, creyendo sí, que hay más letras bajo el cielo de las que sueña mi imaginación. Y más sueños de los que caben en la literatura. Digo esto aunque sea una herejía. Ya es muy tarde para ser políticamente correcta.